Pie diabético
;
¿QUÉ ES?
El pie diabético es la presencia de infección, ulceración o destrucción de tejidos profundos asociada con anomalías neurológicas y diversos grados de enfermedad vascular periférica en personas con Diabetes Mellitus (DM). Este problema se encuentra entre las complicaciones más frecuentes de la DM y puede ser dramático para la vida del individuo, provocando desde heridas crónicas e infecciones hasta amputaciones de miembros inferiores.
Los pacientes que padecen diabetes deben tener mucho cuidado con la salud de sus pies, ya que la enfermedad puede provocar insensibilidad en las extremidades. Además, los niveles altos de azúcar en sangre afectan la capacidad del cuerpo para combatir cualquier infección y curar una herida. Por tanto, un hematoma en el pie de una persona con diabetes puede convertirse en un problema muy grave. En algunos casos, para tratar infecciones, el paciente necesita tomar antibióticos orales o incluso intravenosos.
La diabetes es una enfermedad silenciosa que, cuando no se trata y controla, genera numerosas complicaciones. Según la Sociedad Brasileña de Diabetes, hay más de 16,5 millones de personas con la enfermedad en Brasil y la mitad desconoce el diagnóstico.
Brasil es el quinto país en número de personas mayores de 65 años con diabetes, con hasta un 19% de prevalencia en estas personas. La Sociedad Brasileña de Endocrinología estima que una de cada cuatro personas con diabetes puede tener problemas en los pies a lo largo de su vida y el 40% de los pacientes no recibe tratamiento porque no se realiza un diagnóstico.
La ulceración del pie es una afección prevenible en la que intervenciones simples pueden reducir las amputaciones hasta en un 70% a través de programas que pueden reducir sus factores de riesgo. Los estudios demuestran que el 85% de las amputaciones de miembros inferiores en personas con DM están precedidas por ulceraciones, siendo la neuropatía periférica, las deformidades del pie y los traumatismos los principales factores de riesgo. Pero una gran proporción de los casos de amputación de miembros inferiores en personas con DM se pueden prevenir.
DIAGNÓSTICO
Datos del Ministerio de Salud indican que actualmente las complicaciones del pie diabético son responsables del 40% al 70% de todas las amputaciones no traumáticas de miembros inferiores en la población general. Sin embargo, el 85% de las amputaciones de miembros inferiores en personas con diabetes van precedidas de ulceraciones, siendo la neuropatía periférica, las deformidades del pie y los traumatismos los principales factores de riesgo.
El problema es resultado de una serie de factores que se dejan de lado, como la falta de conciencia sobre la enfermedad entre la población, fallas en los servicios de detección y tratamiento, además del desconocimiento sobre las características de la diabetes, lo que lleva a Diagnóstico tardío. Complicaciones relacionadas con el pie diabético.
Daños causados por la Diabetes
La diabetes provoca dos daños principales: disminución de la sensibilidad al dolor y cambios de temperatura, llamada neuropatía, lo que significa que los pies no sienten dolor cuando sufren agresiones, traumatismos o lesiones. Así, cualquier pequeño rasguño, herida, grieta o quemadura pasa desapercibida y sirve como puerta de entrada a infecciones.
El otro daño se produce en los vasos sanguíneos, ya que la diabetes hace que llegue menos sangre y oxígeno a los pies. Pequeños desgarros o desgarros en la piel pueden convertirse en heridas más grandes, y una herida aparentemente inofensiva puede tardar más en sanar o incluso causar una infección crónica que resulta en la amputación del pie o la pierna.
Por ello, es fundamental prestar atención a los signos del cuerpo, como una forma de identificar más fácilmente si el paciente padece pie diabético. Los siguientes son síntomas clásicos de las complicaciones del pie causadas por la diabetes: sensación de hormigueo o entumecimiento; dolor punzante que empeora por la noche; deformidad en los dedos de las manos, callosidades, fisuras, grietas, juanetes, dedos en garra o en martillo; sequedad y presencia de fisuras o grietas en los talones, dolor al caminar y heridas que no cicatrizan.
Normalmente, la persona sólo se da cuenta cuando se encuentra en un estado avanzado y casi siempre con una herida o infección, lo que dificulta el tratamiento, debido a problemas de circulación.
Exámenes
Se realiza un examen clínico simple pero completo principalmente para identificar complicaciones tardías que necesitan educación sobre el autocuidado preventivo del pie y atención podológica regular. El “examen del pie diabético”, que realiza un profesional sanitario, revisa el estado diabético anual del paciente en 15 minutos. No requiere equipo y brinda consejos sencillos sobre educación preventiva y autocuidado de los pies.
El autoexamen también es muy importante. El paciente debe examinar sus pies diariamente y comprobar si hay signos de sabañones, cortes, callos, grietas, heridas, si la piel está morada y si las uñas tardan en crecer.
TRATAMIENTO
Para el tratamiento del pie diabético, el abordaje debe ser especializado e incluir un modelo de atención integral que incluya educación, calificación de riesgos, investigación adecuada, tratamiento adecuado de las heridas, cirugía especializada, equipamiento correcto y rehabilitación, para prevenir o restaurar la zona afectada.
La información puede ayudar mucho en el tratamiento. El paciente necesita observarse en todo momento, conocer su cuerpo, los posibles síntomas y también prestar atención a sensaciones que pueden pasar desapercibidas, pero que podrían indicar el inicio de complicaciones más graves.
Las heridas de difícil curación son los principales signos de alerta y requieren un abordaje interdisciplinario, realizado por un equipo capacitado y familiar. El especialista responsable del tratamiento puede tratar las heridas con antimicrobianos y apósitos que ayuden en el proceso de cicatrización. Independientemente del tratamiento, el equipo responsable debe cuidar al paciente en su totalidad y comprometerse con la calidad de vida. Se deben considerar los detalles presentados y definir las necesidades que equilibrarán y minimizarán el empeoramiento del pie diabético.
PREVENCIÓN
La diabetes es una enfermedad crónica que requiere una rutina de autocuidado de por vida, además de seguimiento, cuidados y orientación recurrentes, independientemente del momento del diagnóstico y otros factores. La educación diabética es la principal herramienta para garantizar el autocuidado, que a su vez es la mejor manera de prevenir el pie diabético, ya que identifica tempranamente lesiones y cambios que pasan desapercibidos.
Hay cinco elementos principales que sustentan los esfuerzos para prevenir las úlceras del pie:
- Identificar el pie en riesgo;
- Inspeccionar y examinar periódicamente el pie en riesgo;
- Educar al paciente, a la familia y a los profesionales sanitarios;
- Asegurar el uso rutinario de calzado adecuado;
- Tratamiento de los factores de riesgo de ulceración.
El cuidado del pie diabético, sobre todo a la hora de identificar algún síntoma más grave, es sencillo y el propio paciente puede y debe vigilar las posibles anomalías que aparezcan en sus pies.
Para prevenir el pie diabético, es importante que el paciente se examine los pies diariamente en un lugar luminoso . Es fundamental observar la existencia de sabañones, cortes, callosidades, grietas, heridas o cambios de color. Si la persona no puede realizar esta valoración por sí sola, un consejo es utilizar un espejo para obtener una visión más completa. Durante las consultas, es fundamental pedir al profesional sanitario que examine sus pies. El paciente siempre debe comunicar al especialista cualquier cambio.
La higiene de los pies debe realizarse todos los días para prevenir infecciones . Las personas con diabetes deben lavarse los pies y la zona entre los dedos con agua tibia y jabón suave. Es importante asegurarse de no lavarse los pies durante más de cinco minutos, ya que los baños prolongados dañan la piel sana. Sécate siempre con una toalla suave y no frotes demasiado los dedos.
Los diabéticos deben evitar andar descalzos, ya que un simple golpe en el dedo del pie puede convertirse en una úlcera o algo más grave. Las personas con pie diabético deben tener un par de sandalias/zapatos cerca y usarlos dentro o fuera de casa.
Es importante mantener los niveles de azúcar dentro del rango recomendado . La Asociación Americana de Diabetes recomienda que los niveles de glucosa en sangre no superen los 130 mg/dl en ayunas y antes de las comidas y se mantengan por debajo de 180 mg/dl dos horas después de las comidas. Es fundamental seguir la dieta, tomar los medicamentos en las dosis y horarios correctos y evitar los carbohidratos.
A la hora de identificar una lesión en el pie, es fundamental tratarla lo antes posible . Es necesario lavar la zona con agua y jabón y cubrirla con una venda o vendaje seco y contactar con un profesional sanitario si no se observa mejoría en uno o dos días. No se recomienda la automedicación, ya que los diabéticos no pueden utilizar todos los medicamentos.
Las uñas de los pies merecen una atención especial . El paciente debe utilizar tijeras con punta redondeada y el corte debe realizarse en línea recta o a lo largo de la uña. No se recomienda dejar bordes laterales, así como limar las uñas siguiendo el contorno de los dedos. Un podólogo capacitado puede ayudar enormemente a los pacientes que no pueden cortarse las uñas por sí mismos.
La piel es una barrera protectora frente a hongos, virus y bacterias y, por ello, es fundamental que permanezca intacta y sin daños. Por tanto, el paciente debe evitar accidentes, cortes y descamaciones. Es importante revisar el interior de tus zapatos antes de ponértelos, opta por calcetines elaborados con tejidos suaves, sin costuras, elásticos y sin agujeros, que puedan dañar la piel. Las personas con pie diabético deben elegir su calzado con cuidado y evitar cortes, callos o grietas.
El zapato ideal no debe ser ni grande ni pequeño . El paciente necesita mover cada dedo dentro del zapato y la suela debe ser preferentemente antideslizante. Un consejo valioso es probarse los zapatos al final del día, cuando tus pies están un poco más hinchados y, por tanto, está garantizado que no te apretarán.
¡Accede a 10 consejos sobre cómo mantener tus pies sanos!
Blogs