úlcera venosa
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QUÉ ES
Entre las lesiones que afectan a los miembros inferiores, más concretamente a las piernas, algunas son ulcerosas y se conocen como úlceras en las piernas y úlceras varicosas o úlceras venosas.
Las úlceras venosas son las más prevalentes, afectan más a las mujeres que a los hombres y se consideran un importante problema de salud pública. Las cifras en Estados Unidos llegan a más de 2,5 millones de pacientes por año; En Brasil, mediante estudios realizados en la ciudad de Botucatu, en el Estado de São Paulo, se estima la prevalencia en 1,5% de la población.
Las úlceras causadas por problemas en el sistema venoso comprometen la circulación sanguínea, impidiendo que ésta regrese a otras regiones y estructuras del cuerpo, lo que lleva a la acumulación de sangre en los miembros inferiores, provocando hinchazón en las piernas, especialmente en el tobillo y, en algunos casos, En estos casos, también es común la presencia de varices.
En cuanto a la apariencia de las lesiones, en algunos casos puede haber una sola herida, pero esto no es una regla. Existen otras situaciones en las que pueden ocurrir múltiples lesiones en una sola extremidad. Este tipo de lesiones generalmente drenan mucho, con un proceso infeccioso que incluso recurre y, debido a un lento proceso de curación, tienen altas posibilidades de cronificarse, tardando muchos meses o incluso años en sanar, causando un gran impacto en la calidad de vida. lo que puede dar lugar a bajas laborales de diversas actividades, incluido el trabajo.
DOLOR
El dolor es común y varía de persona a persona, pero no influye en el tamaño de la lesión, ya que una herida pequeña puede provocar un dolor intenso, mientras que una herida grande puede ser prácticamente indolora.
El dolor puede empeorar al final del día, pudiendo mejorar al elevar las piernas. Es fundamental observar si el dolor mejora o empeora al elevar las extremidades, y debe informarse al profesional sanitario que ayudará en el diagnóstico. además de exámenes de laboratorio y especialistas.
- Diagnóstico
La mayoría de las úlceras venosas se pueden diagnosticar clínicamente, según su apariencia y localización, ya que el paciente tiene antecedentes de problemas venosos. Sin embargo, se deben solicitar otras pruebas para diagnosticar con precisión el estado real del paciente.
TRATAMIENTO
El tratamiento de las lesiones venosas se realiza mediante la asociación de “procedimientos terapéuticos” con el uso de un apósito adecuado para afrontar el drenaje de la herida, siendo necesario favorecer la absorción, el control de la infección, con mayor tiempo de acción y permanencia en el lecho de la herida, requiriendo menos cambios por día, además de permitir que la extracción se produzca sin causar daño ni dolor al paciente.
La otra etapa del tratamiento que se debe realizar junto con el apósito es el uso de un vendaje para una terapia que mejore el retorno venoso, el cual puede ser compresivo. Los vendajes tienen como objetivo mejorar la circulación y reducir la hinchazón, lo que ayudará enormemente a tratar la herida y conseguir una curación eficaz.
El seguimiento y el tratamiento de la insuficiencia venosa son fundamentales para evitar que la herida vuelva a aparecer.
PREVENCIÓN
Las medidas relativamente simples son fundamentales y marcan la diferencia en la prevención de las úlceras venosas. Naturalmente, la prevención es la mejor forma de combatir los daños causados por las heridas y, por tanto, mejorar la calidad de vida del paciente.
El paciente que tiene un cuerpo propenso a desarrollar úlceras venosas debe eliminar el hábito de fumar , hidratar bien la piel y realizar ejercicios físicos diarios, especialmente caminar y actividades que eleven el talón, flexionen y contraigan los músculos de la pantorrilla y, naturalmente, hagan el mantenimiento. de la bomba muscular.
Equilibrar la dieta y combatir la obesidad ayuda a reducir la retención de líquidos y favorece la cicatrización de heridas.
La compresión es una excelente alternativa preventiva , ya que reduce el edema y mejora el efecto muscular. Sin embargo, el paciente debe utilizar la intensidad de compresión recomendada por su profesional sanitario. Una vez que la úlcera ha sanado, se debe mantener la compresión para evitar que vuelva a aparecer.
Lo importante es no permanecer sentado o de pie más de una hora y caminar o estirarse durante estos intervalos. También se recomienda elevar las piernas durante el día con movimientos durante todo este periodo.
Mantener al día los exámenes y valoraciones de salud , así como el seguimiento médico periódico, son medidas imprescindibles para identificar posibles síntomas y controlar las enfermedades subyacentes, como las varices, por ejemplo, que pueden contribuir a la aparición de úlceras.
Para prevenir su recurrencia, es importante que el paciente tenga conocimientos, habilidades y apoyo para adoptar medidas efectivas, como cuidado de la piel, mantener las piernas elevadas, ejercicios de pantorrillas, alimentación adecuada, terapias compresivos, descanso e hidratación de los miembros.
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